domingo, 15 de enero de 2012

Nada.

Todo tiene su principio y su final, nada es para siempre, tarde que 
temprano pasará. 
Cada cosa tiene su ciclo, la vida, el amor, la alegría, el dolor, 
hasta la amistad; nada es eterno.
Si hacemos un recuento de lo que hemos vivido, encontraremos que existen personas que en su momento significaron mucho, cultivamos sentimientos que creímos nunca pasarían, pero sin darnos cuenta ahora ya no queda nada, solo huellas y recuerdos de lo maravilloso que fue o quizás cicatrices que dejaron las heridas grabadas en lo más profundo del alma. 

Vive intensamente, lucha por ser y hacer feliz, aprovechando al 
máximo esos momentos, pero no dejes que la rutina se apodere de ti, ni que te estanques en el tiempo, aún si estás llorando o riendo. Di hoy ese "te amo" a tus seres amados, aprovecha cada instante que vivas a su lado, no sea que después sea demasiado tarde y todo haya acabado, quedando los vacíos y remordimientos que se apoderan del alma después de haber perdido lo más valioso que hemos tenido, sin haberlo disfrutado y valorado. 

ADMITÁMOSLO, NADA ES PARA SIEMPRE.

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