Cierra los ojos, dime qué ves, qué sientes. Piensa en el primer beso, en como me querías. Éramos distintos, invencibles ¿recuedas? Pues caigamos otra vez, olvida el miedo a equivocarnos.
No pretendo que lo dejes todo por mí, no te digo que conmigo te va a ir mejor, solo te digo que no ignores a tu corazón.
Aunque la posibilidad de lograrlo sea una entre un millón, sé que vale la pena luchar por ello.
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